El juego es esa actividad que no persigue más objetivo que la diversión, por lo que cualquier actividad, estructurada o no estructurada, que los niños encuentren divertida y agradable, se puede considerar un juego.
Juego de autoafirmación – de 1 a 2 años.
En esta etapa los objetos pierden parte de su protagonismo ya que lo más importante para el niño es descubrir sus potencialidades. Sus conquistas motoras, el hecho de que ya puede caminar, sumado a que va dominando mejor el lenguaje, le anima a explorar sus nuevas capacidades. No obstante, el niño todavía es demasiado egocéntrico y no tiene las habilidades sociales necesarias como para jugar con sus coetáneos, por lo que mantendrá un juego paralelo. No es inusual ver a niños menores de dos años mirando cómo juegan otros pequeños, sin animarse a participar, o incluso verlos jugando uno al lado del otro, cada quien por su cuenta. No obstante, pueden jugar con niños mayores o adultos que los guíen.
A los niños de 1-2 años les encanta los juguetes para arrastrar, para empujar, para lanzar, para usar las manos, para leer y pintar y para jugar imitando a los mayores.
Encontramos algunos ejemplos como autos, camiones, animales con ruedas, carros, cochecitos o una simple caja con una cuerda.
En ésta edad les llama la atención aquellos en los que se puedan balancear o hamacar. Estos son importantes ya que fomentan la movilidad y la calma, ya que evoca en el niñ@ el movimiento de cuando era un bebé y lo mecían.
Comenzarán a tener valor los juguetes para utilizar las manos, encastres simples, masas, piezas para encajar, bloques para armar y el amado barro. Este conjunto fomenta la coordinación mano- ojo, motricidad fina y el juego imaginativo .